domingo, 29 de septiembre de 2013

Usigli



Rodolfo Usigli es uno de mis escritores predilectos, especialmente en El niño y la niebla (es mi favorita) se percibe un ambiente oscuro y que no te permite despegarte de la obra porque quieres saber qué es lo que sigue, cuál será su desenlace, en pocas palabras, es genial. Todas sus obras, o al menos la mayoría de ellas, atrapan al lector, pero debo decir que ese hechizo desapareció al leer Corona de fuego; las otras dos coronas: sombras y luz, las leí en una clase de la licenciatura y sentí que de alguna manera llenaban el hueco que tenia con respecto a las historias de Maximiliano y la virgen de Guadalupe, cierta o falsa la información, me complementó. Mi pregunta siempre fue ¿por qué la maestra no nos pidió que leyéramos la otra corona? Y ahora creo tener la respuesta a mi pregunta: Corona de fuego es una obra sumamente complicada, no me atrapó, sentía a los personajes sin fuerza y su estructura muy forzada, tediosa la historia, no avanzaba, lo siento Usigli, pero no me gustó.

       El trama central es el momento en que Cuauhtémoc es hecho prisionero, lo torturan quemándole los pies y Cortés, pues es el conquistador por excelencia, o al menos así se siente él. Antes de continuar hay que tomar en cuenta un aspecto: Usigli al inicio de su obra hace la aclaración de que estamos ante una tragedia anti-histórica americana; esto nos da el indicio de que posiblemente el autor manejo a su conveniencia lo que realmente fue en sí la historia verdadera. Y es aquí cuando se da el choque con la teoría correspondiente a esta semana (debo advertir que la teoría fue demasiada, así que puedo quedarme corta en algunos aspectos), y es la que nos brinda Georg Lukács, hablando del drama histórico y la novela histórica. Debemos recordar cuál es la función de la tragedia: contarnos una historia verdadera, que deja una enseñanza y siempre tiene un final fatal. Posiblemente Usigli pensó que al valerse de este tema y llevarlo a una tragedia sería un éxito o una novedad, pero siendo honesta, la apariciones tan largas de los coros, con versos sumamente forzados. Desde mi punto de vista creo que se goza más una obra en prosa que una en verso, ya que el autor se esfuerza tanto por lograr la rima y demás cosas, y puede dejar en el aire alguno aspectos.

       Definitivamente la llegada de los españoles sí fue un hecho épico. Y esta obra se ajusta al apartado "1. Los hechos de la vida como base para distinguir la poesía épica y la poesía dramática", que en este caso esta tragedia equipara a la poesía épica. Es evidente que Usigli toma una de las tantas escenas de la Conquista para crear su tragedia, es decir, que parte de algo simple hasta transformarlo por completo. Para algunos mexicanos la manera en que falleció Cuautémoc fue un hecho histórico, así como para algunos griegos le parece la muerte de algunos de los personajes de La Iliada o La Odisea. Es muy exagerado la manera en que alarga dicho momento, cosa que vuelve cansada su lectura, pero hay que ver el lado positivo, encontramos algo histórico dentro de sus líneas.

1 comentario:

  1. Muy justa tu apreciación y juicio de la obra. La leímos para la clase porque era inevitable... se ajustaba a la descripción y alcances del curso. Lo que sí, es que lo anti-histórico de Usigli le venía muy bien a la teoría sobre drama histórico propuesta por Lukács, de lo cual no veo nada en tu entrada.

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