Esta es la segunda obra a la cual asistí hace algunas semanas, y la verdad, por más que la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez la patrocine y esté dirigida por Enrique Mijares, la verdad, se queda súper lejos de Su Alteza Serenísima, se nota la calidad de las personas que actúan. Yo tuve la oportunidad hace dos años de leer la primera versión de esta obra y me agrado, pensé que era una obra que rompía con lo tradicional, prácticamente me encantó. La obra fue escrita por Blas García, que debo decir que sus cuentos son buenos.
Según comentarios, se supone que la representación que se hizo no es la de la primera edición de la obra, y sino que se hicieron algunos cambios; afortunadamente ese día vendieron la segunda versión, y así puedo comparar ambos textos. Lo primero que encontré fueron dos variantes, exactamente dos líneas, una de Paty y la otra de Alba (dos de las cuatro protagonistas), sí se dejan o no, la obra no cambia su curso. Mueve de lugar una escena en donde organizan una rifa para ofertar a una de las protagonistas; la escena que vimos en donde están Éricka y Nicola en el salón de ballet, en la primera edición están Éricka y un instructor de gimnasio, ocurre lo mismo, solamente cambian personajes; cambia de orden las escenas, primero pone la de Carlos y Nicola en el salón y luego la de una fiesta; en lugar de ir a un mall se ponen a jugar.
La verdad no son cambios radicales, son simples. Lo que sí le falta a esta nueva edición es que revisen los acentos, se les fueron algunos y una que otra palabrita mal escrita. Otra observación fue que cuando se realizó la escena entre Éricka y Nicola, se hizo muy al fondo y casi no se escuchaba, y si a eso le sumamos algunos de los ruidos que hacían los espectadores, pues casi tenia que adivinar que estaban diciendo, aunque por fortuna yo ya había leído la obra y me suponía qué decían.
La verdad no son cambios radicales, son simples. Lo que sí le falta a esta nueva edición es que revisen los acentos, se les fueron algunos y una que otra palabrita mal escrita. Otra observación fue que cuando se realizó la escena entre Éricka y Nicola, se hizo muy al fondo y casi no se escuchaba, y si a eso le sumamos algunos de los ruidos que hacían los espectadores, pues casi tenia que adivinar que estaban diciendo, aunque por fortuna yo ya había leído la obra y me suponía qué decían.
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